lunes, 12 de diciembre de 2011

Sonrisa

Enciendo velas en la madrugada, voy deshojando flores en mi almohada, mirando al techo me dejo llevar a otra realidad...y observo al sol que entra por mi ventana, que me despeja y renueva mis ganas; miro al espejo y me pregunto qué me espera fuera. 
Y siento todo tan brillante y tan magnético... nada ni nadie puede hacer que me derrumbe hoy. Que tiemble el suelo, ¡que allá voy! Pisando fuerte y sin reloj. 

Al fin se que amanece y me respira la mañana
deshacer las vendas que ocultaban mi mirada
no quiero que la prisa me obligue a no ver nada
por fin la lluvia me toca...

viernes, 9 de diciembre de 2011

Unos minutos

...pero suficiente. Necesitaba verte, aunque sólo fuera ese instante. Lo mejor de todo, es que será tu olor el que me arrope esta noche. 






Qué decir. Simplemente, y lo sabes, me encantas. 

Instinto

No importa. Lo demás da igual. Sigue el instinto, él es sabio, te guiará. Las mujeres tenemos un sexto sentido para eso. Seguridad, es lo más importante. Que cualquier cosa que hagas, estés completamente seguro de hacerlo.

Por eso yo prefiero aprovechar. Disfrutar el tiempo que tengo contigo, saborear esas pocas horas que pasamos juntos. No sabemos a dónde nos puede llevar todo esto, y mentiría si dijera que no me importa: pero nunca lo sabremos, hasta que lleguemos al resultado. Y sí, me arriesgo a sufrir, a llorar, a salir mal parada... nos arriesgamos ambos, los dos, por algo que ni siquiera sabemos bien lo que es. Y ahora, soy yo la que pregunta, ¿y qué?

Quiero arriesgarme. Que sea lo que tenga que ser, que salga como tenga que salir. Sigo mi instinto, mis ganas, y éstas sólo te siguen a ti. Y no quiero preocuparme por un futuro que no sabemos si llegará, y amargar el presente que ahora tengo entre mis manos. Lo he dicho, muchas veces: el mañana no vale nada hasta que no se convierte en el hoy. Porque puede que en dos semanas todo haya acabado, o puede que termine profundamente enamorada de ti. Eso, nadie puede saberlo.

martes, 6 de diciembre de 2011

En dónde me he metido

Confieso que hay una parte de mí que no para de preguntárselo. Es como apenas un susurro, ni siquiera llego a escucharla, salvo en algunas ocasiones en las que me encuentro demasiado sola, demasiado pensativa. Esa parte insegura, que duda, que teme, que tiene un miedo terrible a que todo salga mal, a estar engañándome a mí misma y estar engañándote a ti también, de paso; un miedo terrible a no ser lo suficientemente madura, a acabar mal, de no saber distinguir las cosas.

Pero después, casi de inmediato, surge esa otra parte. Esa parte que se queda a vivir conmigo, que nace desde lo más profundo de mi ser, y que me llena de una alegría inmensa; que rememora cada detalle vivido, que revive el tacto en mi piel de tus manos, en mis labios de los tuyos. Y es entonces cuando mi corazón late a mil por hora, y cuando me pregunto seriamente si en este mundo puede haber una sensación mejor. Cuando me doy cuenta de que todo lo que me han contado sobre el amor, todo lo que había imaginado, se queda corto a tu lado. Y eso, que aún no sé muy bien qué es exactamente lo que siento.

La felicidad de tenerte, la nostalgia cuando no estás, las ganas de ti constantes. Eso es de lo que estoy completamente segura.



Dios, ni te imaginas cuánto te echo de menos.  

sábado, 3 de diciembre de 2011

Tiempo

Que cuando acabe, se acabó. No quiero adelantar el tiempo, no quiero correr. Lento, despacio. Al golpito, como tú siempre dices. Cuando tenga que terminar, terminará: nunca antes. En esta vida nada es eterno, todo tiene un principio y un final. El truco está en saber aprovechar y disfrutar esos momentos que tenemos, en saborear los instantes, tanto los dulces como los amargos. Que el mañana aún es demasiado incierto, hasta que no se convierta en el hoy.

.
.
.

Pero, aún con todo, no se me quitan esas ganas locas que tengo de ti.

domingo, 23 de octubre de 2011

Algo de la nada

Hay veces en las que, sin saber por qué, sabemos que todo ha acabado. Nos despertamos un día por la mañana, y nos damos cuenta de que las cosas han cambiado, de que no es como era. Las ilusiones se han marchado volando por la ventana, y no tienes un nuevo sueño guardado en el bolsillo que sacar cuando todo lo demás falla. La luz que antes empañaba tu mundo se ha apagado, y aunque las cosas siguen manteniendo sus colores brillantes, parecen cubiertas por una tela gris.

En esos momentos, me siento perdida. Llegas a un punto de desesperación conocido como rutina, y te enfadas con el mundo y contigo mismo porque no puedes encontrarle el gusto a nada. Y aquello que tanto añoraste una vez y que tantas ganas tenías de hacer, hoy no significa nada.

Pero una va aprendiendo.

Poco a poco, sin prisa. Un día te despiertas y te das cuenta de que hay cosas que sabes, sin saber cómo, sin saber por qué. En esta vida nada es duradero. No creo que exista un amor eterno, un sueño de toda la vida o una pasión que dure para siempre. Las cosas se acaban, llegan a su fin, y de repente, te encuentras ante un abismo del que no sabes salir. Pero no desesperes. Una aprende.

Aprende a que hay veces que la escalera para subir está ahí, aunque no se vea. Aprende a que hay veces que tienes que subir con tus propias manos, escalando, y que acabarás llena de heridas y magulladuras, pero es lo que tienes que hacer. Aprendes que hay ocasiones en las que la pared es demasiado lisa para escalarla, y que no hay escaleras escondidas que te ayuden: y en ese caso, tienes que crearlas tú. Llevará su tiempo, su esfuerzo, sus correspondientes desánimos y fracasos. A lo mejor, incluso te caerás más de una vez, y tendrás que empezar desde el principio; incluso, alguna que otra vez, no habrá meta alguna a la que llegar. Pero hay que seguir. En eso está el secreto: en sacar algo de donde no hay nada.

Lo mismo pasa con los sueños y las ilusiones. Hay veces en las que hay que sacar materia de la nada para construir el sueño, para formarte ilusiones y no caer en la profundidad del abismo. Parece complicado, pero se le coge el tranquillo a fuerza de intentarlo una y otra vez. Pasa igual con todo, ya verás. Y llegará un día en que de esa nada consigas sacar algo.

Yo, ahora mismo, estoy de camino. Puede que con retraso, pero te aseguro que llegaré.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Butterflies in my head

Mes y poco. Apenas nada. Y sin embargo, los recuerdos se acumulan bajo las cuerdas de la guitarra, las risas se esconden entre las teclas del teclado; ensayos que se enredan en el mástil del bajo y letras que se olvidan en el bombo de una batería. Alguna que otra mariposa en el dorado del saxo, y el eco enmudece en los micrófonos.

Tan rápido como se presentó, acabó. Me quedan las ganas de seguir, de volver cada domingo a ese cuarto, intentando hacernos escuchar entre tanto instrumento mientras procuramos evitar el acoplamiento de los micrófonos. Hablar, reír, comentar y guardar silencio por un corto tiempo, volviendo casi locos a los cinco (o seis) restantes. Más de uno habrá salido con dolor de cabeza de allí por nuestra culpa, lo sé: incluso puede que todavía se pregunten cómo es posible que hablemos tanto, que aún después de tres, cuatro y hasta cinco horas de ensayo, salgamos de aquella casa, todavía con ganas de seguir cantando, riendo y haciendo el tonto.

Por mi parte, debo decir que muy pocas veces me he sentido tan llena haciendo algo. Disfrutar tanto como lo he hecho esta vez, quedarme con ganas de repetir, de volver a los ensayos, de subirme de nuevo a un escenario, eso es casi nuevo para mí. Lo que he aprendido... demasiadas cosas para dar cabida aquí. He superado mis límites una y otra vez, me he visto capaz de hacer cosas que jamás soñé siquiera, me he vuelto a ilusionar por algo que creía que no era para mí. Ganas y energías renovadas, confianza asegurada, y, sobre todo, muchas ganas de disfrutar con lo que hago.

Con lo que me quedo, lo bueno y lo malo, absolutamente todo.

Qué extraño. Por un momento, siento que las palabras se me quedan cortas.

I'm gonna make it real, my friend... no more butterflies in my head

jueves, 7 de julio de 2011

Verano

Añoramos los días de verano, siempre que no los tenemos al lado. Pensamos en lo felices que somos en vacaciones, en lo que disfrutamos del tiempo libre, de los amigos, del sol, de la playa, de todo lo que esté en nuestro alcance. Nos pensamos lejos de las obligaciones, lejos del estrés, y pensamos que nunca estamos mejor en nuestra vida como en verano.

Y, para mí, tiene una parte amarga. No lo niego, adoro el verano, como la que más. Pero siento la espinita de la añoranza. Es tiempo libre que podría compartir con mucha gente que ahora no está a mi lado, por un motivo u otro. Y soy egoísta al pensar y sentirme así, pero no puedo evitarlo. Los echo de menos. Y a pesar de que casi toda yo disfruta a cada segundo, minuto y hora del día el tiempo que me queda, otra minúscula parte de mí espera que esos días pasen rápido, y que pronto pueda volver a ver el rostro de aquellos a los que echo en falta, sonreír junto a ellos, bromear, ¡¡buenos días!! y quizá escapar de algunas cosquillas, por qué no. Porque cada vez son más las caras que echo en falta.

Sí, hoy estoy un poco melancólica... no habrá imágenes ni canciones que recordar hoy, aunque no me siento especialmente triste. Simplemente, echo de menos a demasiada gente. Es lo que tiene querer a tantas personas, ¿no?

miércoles, 22 de junio de 2011

Esperanza

Si supieras cuánto te echo en falta, probablemente me pensarías loca. Te necesito, en cierta manera, aunque nunca te haya tenido ni sepa realmente lo que es tenerte. Añoro una caricia que nunca tuvo lugar y un beso que jamás fue dado: guardo en mi corazón esperanzas de un futuro nada prometedor, que se desvanece en el aire a cada segundo. Y no es como si no pudiese vivir sin ti (está claro que puedo, aquí me ves), es que, simplemente, te quiero en mi vida.Quiero compartir contigo pedazos de ilusiones, sueños en común, pesadillas, temores. Quiero ser el motivo de tu sonrisa y poder decirte lo feliz que me siento de estar contigo. Quiero ese brillo en la mirada al verme reflejada en tus ojos, quiero ese suspiro imperceptible, quizá sólo de corazón, cada vez que me separe de ti.

Y todo parece ponerse en contra. Todo parece indicarme que voy por mal camino, que voy a caer y a herirme, quizá demasiado... pero, ¿sabes qué? Hago oídos sordos a lo que me dicen. Como un borriquillo que camina con los ojos tapados sin ver más allá de lo que realmente quiere ver, así soy yo. Paso de las lenguas pesimistas y de las personas sin sueños, ignoro a los decadentistas que sólo buscan lloriquear en las esquinas. Me muevo por mis ansias, por mis deseos, por ese algo que está aquí adentro y que nadie sabe decirme qué es. Me muevo por el amor.

Porque, al final, guardo en mi mano un puñado de estrellas. Pero shh, es un secreto.

Non è troppo tardi, in tasca ora ho la libertà,
puoi tirarla fuori quando vuoi

Mañana

"Mañana será otro día", y se esconde tras una sonrisa, tras la alegría. Enjuga las lágrimas y se reconforta pensando, como la canción, que "sólo queda un día hasta mañana". Y por ello se permite estar triste, pero ante la pregunta sonríe de nuevo. "Mañana estaré bien". Mañana, mañana, siempre mañana.

Y no se da cuenta que es hoy cuando debería sonreír, cuando debería ser feliz. Hoy, ahora, no mañana, no más tarde, no nunca. Porque el mañana será hoy, y la frase volverá a ser igualmente válida. "Mañana, mañana estaré bien".

martes, 7 de junio de 2011

Hay veces en que el esfuerzo y el trabajo duro no se ven recompensados. Te obsesionas, te obsecas, te deprimes; llanto, sudor, lágrimas, sangre, trabajo. Y para nada, muchas veces.

Y, sin embargo, cuando ves el esfuerzo recompensado, sabes que todo eso ha merecido la pena.


sábado, 9 de abril de 2011

Cuentos de hadas

He cambiado mis ropas por un vestido de flores. He salido corriendo de palacio a las doce dejando un zapatito de cristal detrás. He mordido una manzana envenenada, he dormido rodeada de zarzas durante casi mil años. He jugado con una pelotita dorada para encontrar un príncipe sapo, y he lanzado mi trenza de dorados cabellos para que la bruja subiese por ella. He coleccionado rosas de cristal de un bosque perdido, he conocido al príncipe nadando en el fondo del mar; me he cubierto con piel de asno para ocultarme a ojos de mi padre, y he llorado el olvido de un príncipe, deshaciendo un maleficio. He encontrado hadas en el fondo de mi armario, jugando con las flores perdidas de alguna princesa de la luna; he cortado barbas de enanos gruñones y descubierto a un príncipe bajo las pieles de un oso. He vivido las historias de mis libros paso a paso, he soñado con un mundo mejor que se encontraba en la palma de mi mano. He pedido deseos cumplidos a las estrellas y frotado una lámpara mágica para encontrar una cueva de ladrones, y me he pasado días llorando porque soy incapaz de hilar la paja para convertirla en oro, hasta que un enano saltarín se ha aparecido ante mí y me ha exigido a mi futura hija a cambio. He soñado con voces que me hablan y animales que me ayudan, he viajado a lomos de un cisne huyendo de una casita de chocolate. He probado un vino que me delató y he cantado con melodiosa voz junto a las aves más extrañas, para encontrar al amor esperándome bajo mi ventana.

viernes, 1 de abril de 2011

Porque sí

Casualmente, soy de ese tipo de personas que hacen algo "porque lo tienen que hacer", sin más razón ni motivo que ese. No para ser mejor persona, más responsable, más humilde; ni siquiera para acercarme un poco más a toda esa mierda que llaman perfección, que todos buscan incoscientemente y nadie encuentra, porque todos saben que no existe, y aún así la quieren crear. No creo en la perfección; no creo en las buenas formas, aunque sí que considero que una sonrisa abre más puertas que un ceño fruncido. No creo en la humildad, ni en que se pueda clasificar el mundo y todo en parámetros tan simples como "bueno" y "malo". Y al final, la responsabilidad te termina matando, si no tienes cuidado, si no eres un poco irresponsable.

No necesito, ni quiero, motivos. Me muevo por algo más interno, por algo que no existe en la lengua, pero llevo dentro de mí. Podríamos definirlo como instinto, pero no creo que se le parezca. Mi "porque lo tengo que hacer" es sinónimo de algo que me nace, que implica la única verdad y la esencia de lo que realmente soy. cuando hago las cosas sin pensar, cuando no busco un motivo, cuando todo aconseja que tome otro camino, ahí soy realmente yo. No pienso lo que hago, no medito; simplemente lo siento. Y me dejo llevar por ese impulso que me dicta el camino, que hace que camine, salte, tropiece, resbale, o alce el vuelo por encima de las nubes y juegue entre las estrellas a buscar sonrisas.

El motivo más puro, la única razón válida que me mueve y con la que jamás tengo dudas.

Porque sí.

jueves, 31 de marzo de 2011

No es cuestión de sentirlo. No es cuestión de creérselo. No esta vez, no hoy. 

Soy afortunada.


martes, 29 de marzo de 2011

Mañana, mañana...

Hay días en los que piensas que hubiese sido mejor no levantarte de la cama. Días que, por más que te empeñas, no logras encontrar nada bueno que te haga sentir que no ha sido tan malo, que no lo has desaprovechado del todo.

Pero lo bueno de ese día, es que sólo dura veinticuatro horas. Podrás irte a la cama esta noche, cerrar los ojos y pensar en lo horrible que ha sido, Podrás repasar las cosas malas en tu mente y aguantarte las lágrimas para no empeorarlo, hasta que finalmente caigas rendida en ese sueño liviano y molesto de los días malos. Cuando abras los ojos, ese día malo habrá terminado.

El sol brillará mañana...

viernes, 11 de marzo de 2011

Escápate conmigo

A ninguna parte. A donde nadie pueda vernos, donde danie moleste, donde no exista más que yo para ti ni más que tú para mí. Escápate conmigo a ese lugar que siempre soñé, que nunca logré alcanzar, que se encuentra al borde del camino entre la desesperación y el sueño, entre la emoción y la magia, la emoción y el dolor. Coge mi mano y piérdete a mi lado, sólo conmigo, sólo junto a mí.

Llévame lejos, a ese lugar donde sólo exista la lluvia.

domingo, 27 de febrero de 2011

Quiero

Quiero extender mis brazos al cielo y abrazar el mañana. 

Quiero dejar de soñar para encontrarme contigo. 

Quiero abrir los ojos para descubrirte mirándome.

Quiero tus brazos sujetándome. 

Quiero una sonrisa a cada segundo. 

Quiero poder decirte secretos al oído. 

Quiero dibujar mis sueños en las estrellas.
 
Quiero pintar tu futuro conmigo

Quiero susurrar tu nombre al viento con el alma y que aún así, seas capaz de escucharme. 

Quiero...


Defectos

 Escandalosa, iracunda, tímida, cobarde, seria, infantil, impulsiva, envidiosa, egoísta, tonta, mediocre, enamoradiza, malhumorada, inconstante, dejada, descuidada, obsesiva, rencorosa, desconfiada, temperamental, cabezota, extremista, catastrofista, olvidadiza, despistada, torpe, orgullosa. Podría seguir hasta el infinito, describiéndome a partir de mis defectos, y no te harías una idea muy alejada de mí.

Ególatra, narcisista, hiriente, soberbio, superficial. Si empiezo a nombrar los tuyos, podría pegarme la vida. Lo misterioso, es que a pesar de ello, no dejo de quererte un poco más. Sigues siendo, tú con defectos y virtudes, perfecto: por el simple hecho de ser tú.

So I'll be holding my own breath, Could this be the end?
Is it that moment when I find the one that I'll spend forever with?

Lunes

La promesa de tener por delante cuatro días, a tu lado; promesa inmóvil, invariable; durante horas. La promesa de risas, bromas y suspiros escondidos en lo recóndito de mi ser. La promesa de algún comentario hiriente que me haga odiarte, y de mil y una palabras inocentes que me hagan quererte aún más. La ilusión de volver a verte. Volver al lugar donde te encontré, y volver a encontrarte ahí, como siempre. Pequeñas alegrías que hacen de mi mundo un lugar mucho mejor. 

Qué maravilloso día es el lunes


sábado, 26 de febrero de 2011

Un poco más

Al principio, esa muchachita tímida que camina con los ojos fijos en el suelo, que se esconde detrás de sus rizos oscuros y te mira por encima de las gafas para no verte. Que se aparta hacia un lado para que todos pasen sin tocarla, que se esfuerza por pasar desapercibida, por borrarse de la escena, por desaparecer. Que no alza la voz hasta que es completamente necesario.

Después, explota. Un volcán. ¿Dónde queda la sumisión, la pasividad? Guardadas en un cajón, nunca han existido. Porque esa chica que va saltando por los pasillos, cantando como si no tuviera vergüenza y gritando tu nombre a voz de cuello no se parece en nada a la primera. Energías inagotables, llegan a desesperar. La sonrisa permanente, la risa escandalosa, el cascabel que no deja de sonar y la canción que no para de cantar. Pucheritos infantiles, ojos brillantes.

Y más tarde. Mejor no tocarla, mejor no acercarse. Quema, arde. Sin piedad. Violencia en la mirada donde antes sólo había alegría. Ironía en su estado puro, lengua afilada que corta y una sonrisa ladeada, sombría. Pupilas oscuras que dejan entrever el asco que parece sentir por todo lo que le rodea. Ya no suenan canciones y el cascabel parece que ha enmudecido.

Y, en apenas nada, vuelve otra vez a sacar esa enorme sonrisa, a disculparse tímidamente con una mirada y a abrazar buscando un atisbo de perdón. Y quienes la conocen lo aceptan y la abrazan, quienes la están conociendo aún no salen de su asombro, y quienes no la conocen dudan sobre si esta chica está bien de la cabeza.

Yo contesto que no, que no lo estoy. Pero me encojo de hombros y sigo, porque soy así y punto. No me sirve tener un carácter. Si preguntases, cada persona daría una definición de mí completamente diferente. Y salto de un extremo al otro en cuestión de milésimas de segundo, me arrepiento y vuelvo a cambiar. Y lo mismo que me dejó hundida en la miseria hace tres minutos, ahora se guarda en el cajón del olvido porque no importa.

Y por si las dudas, sí, es agotador.

Quién, qué

En ocasiones, no sé quién soy. La mayoría de las veces, no sé qué soy.

La fuerte. La Reina de Corazones. Poderosa, ambiciosa, puede con todos, contra todo, no necesita de nadie. Capaz de levantarse por si sola y crear un muro a su alrededor para que nadie se adentre en sus dominios. La Bruja, la Madrastra, la Reina. 

La débil. Alicia. Perdida entre mil y un mundos diferentes, necesitada, floja. Que corre porque tiene que correr pero ruega ayuda de alguien. La princesa del torreón, la que duerme esperando una salvación. Necesidad de un príncipe que la salve del dragón, la vida que se encomienda a las manos de otro

La que no ama. 

La enamorada.

La máscara.

Yo.

Sólo necesito un nuevo amanecer. Un despertar que me haga abrir los ojos, darme cuenta por fin de que es mejor arriesgarse a perder que no rendirse sin luchar, de que es preferible el "no" al "y si...", de que prefiero pasar una vida junto a ti que mirándote desde lejos. De que el ahora es ahora y el mañana es incierto, de que no las tengo todas conmigo. Necesidad de fallar, caer, no rendirse, levantarse y seguir luchando aún con las manos llenas de sangre y el corazón destrozado.

Porque soy capaz de luchar por todo, salvo por lo que realmente importa.

sábado, 19 de febrero de 2011

Cuán equivocada

Una vez más, intento resumirlo todo en palabras. 
¿Cuándo me daré cuenta de que no bastan?

Se quedan cortas, vacías, interminadas, dudosas, inciertas.... 
y terminan convirtiéndose en mentiras

Por no saber lo que decir, o quizá, por no saber lo que callar. Por querer expresar algo que es imposible de describir. Porque sólo quien lo siente es capaz de saberlo. 

Quizá esa manía venga por esa idea equivocada de que "si algo no se puede expresar con la lengua, no existe". 

¡Cuán equivocada!



Cómo me pregunto si te quiero

Si escribo tu nombre a cada suspiro. Si tu mirada se quedó grabada en mis pupilas, si tu recuerdo quedó preso en mi alma. Cómo dudo de si te quiero, si la noche es para soñar contigo, el amanecer parte con la promesa de verte, y la sonrisa de cada día es un recuerdo de tu aroma. Cómo puedo dudar si estoy pendiente a cada paso, a cada gesto. Cómo puedo preguntar, si he vuelto a ligar parte de mí a tus manos. Y cuando las dudas, las preguntas, las inseguridades, el miedo, se borran con tu voz.

Cómo soy capaz de dejarme guiar tanto por el miedo.

Ojalá yo supiera perder
sin rendirme una y otra vez...
Pero el miedo no existe. Y los errores no existen.

martes, 15 de febrero de 2011

I keep dreaming you'll be with me

Necesito el amor para respirar

Es como el aire, como el agua. Necesito el amor en mi vida, esa ilusión, ese hormigueo en la piel al verte, esas mariposas en el estómago. Necesito esa sensación de vivir en una montaña rusa. Necesito esa habilidad que sólo el amado tiene de sacarme una sonrisa con el más mínimo gesto, y conseguir que piense que ese día ha merecido la pena, únicamente por haberme cruzado con él por el pasillo, porque nuestra mirada se haya sostenido un nanosegundo de más, por ese abrazo, por una sonrisa, por un "hasta mañana". Necesito esas pequeñas dosis de felicidad. 


Desgraciadamente, por ahora, tú eres la base de todo eso. Así que, sí, podríamos decir que te necesito.

'Cause I needed
I need to hear you say
That I love you
I have loved you all along

domingo, 13 de febrero de 2011

Demasiado

Susurro tu nombre en silencio, te escondo en cada rincón de mi mente, sueño noche tras noches contigo; dibujo tu mirada en la soledad y perfilo tus abrazos en mi cama. Guardo tu olor en un frasquito de mi memoria, y mi piel recuerda cada caricia tuya. Mi subconciente me juega malas pasadas contigo como protagonista principal, mi corazón de cómplice y yo de víctima: a veces, mi mente intenta resistirse, en vano.

Quedas cerca. Demasiado cerca. La caída ya es inevitable.

Risas

Río cada vez que tengo ocasión. Al levantarme, mientras me ducho: bailo al prepararme el desayuno y canto siempre que puedo. Necesito sentirme viva, vital, alegre y feliz. Siempre, a cada instante, a cada segundo. Necesito las risas en mi vida tanto como el amor, como el aire y como el agua. Busco esos pequeños detalles que me encantan, hago locuras cada vez menos esporádicas para reírme a carcajada limpia, y, por qué no, sacar más de una sonrisa a los que me rodean. Y antes de dormirme, repaso en mi cabeza todos los buenos momentos del día, los sentimientos agradables, el último abrazo, un beso de buenas noches. Para mí, es vital.

Y hay malos momentos. Hay días en los que desearía no haberme levantado, horas que se pasan sumergidas en lágrimas y minutos interminables de angustia y pesar. Y sin embargo, todo ello, pasa; suave, leve, mejor. Una sonrisa después, miles de alegrías que quedan por contar, que me esperan a la vuelta de la esquina, y que hacen mis penas un poco menos amargas.

Porque dejó de dolerme la cabeza desde el momento en el que me empecé a reír.

Tengo una sonrisa para regalarte
Tengo mil cartas de amor...

viernes, 11 de febrero de 2011

A tres días



"El día de los bobos", lo llaman algunos. Consumismo puro, otros. Ambos con parte de razón. Para algunos implica un poco más, para otros no significa nada. Y muchos sienten el pasar esta fecha solos, sin nadie con quien compartirla. Porque es un día para compartir, nunca para pasar en solitario.

Y bien es cierto que no necesitamos, ninguno, un día para demostrar amor. No necesitamos un calendario, una fecha, ni siquiera un regalo. Pero no puedo evitar que me guste, que lo espere y que lo ansíe, a pesar de que sé que nada va a ocurrir. Porque, al fin y al cabo, siempre he sido una enamorada del amor.

Cosas

Hay pequeñas cosas que te llenan. Sonrisas, abrazos, un rostro arrugado, una mano. Pequeñas cosas que hacen la vida un poquito más llevadera, y a ti mismo un poquito más feliz. Hay cosas pequeñas que con el tiempo se vuelven grandes e imprescindibles, y cosas grandes que se vuelven pequeñas y desaparecen con el pasar de los días.

Hay toda clase de cosas en el mundo.

Por suerte, o por desgracia, yo sólo necesito unas cuantas.


martes, 8 de febrero de 2011

Soñar despierta con tu sonrisa cada día. Un poco de tu compañía, algunas bromas, aire nuevo que respirar. Me ayuda a no caer tan fácilmente, a saber decir adiós, a las despedidas que me amargan el gusto mientras tú me llenas el alma.

Me gusta lo que siento, porque simplemente, me hace fuerte.

viernes, 4 de febrero de 2011

Motivos para sonreir

Miles, variados, ingorados. A patadas, debajo de las piedras, crecen en los árboles, los puedes pescar, cazar al vuelo, incluso vienen sin ser llamados, como el amor. Pueden ser cosas tan pequeñas que apenas nos percatamos hasta que nos encontramos con esa sonrisilla vacilante en los labios; pueden ser tremendas locuras que no tengan ni pies ni cabeza, de esas que cuando las recuerdas sólo puedes pensar "¡dios, qué mal estoy!" o quizá el clásico "Que me habré fumado yo ese día". Y que, sin embargo, quizá por esa misma inconexión que tienen con la realidad, sea por las que te haga reír a carcajada limpia, hasta acabar tirada en el suelo, con dolor de barriga y lágrimas en los ojos de tanto reírte.

Pueden ser gestos que despiertan tu ternura: una sonrisa desconocida, un abrazo inesperado, el roce de esa persona especial, algunas palabras que no esperabas oir. Pueden ser buenas noticias, pueden ser visitas, canciones, recuerdos, sueños, ilusiones, ganas. Cualquier cosa es válida, cualquier cosa puede hacer sonreír. hay mil y un motivos cada día para sacar una sonrisa

Uno de los míos, eres tú. Los demás, los voy guardando en una cajita, y los cojo cuando hacen falta.

Que se pregunten qué haces en la calle, que no se den cuenta de ese detalle
Que esto es un paseo como los de antes, en que nadie se busca y nadie quiere encontrarse

jueves, 3 de febrero de 2011

miércoles, 2 de febrero de 2011

Sinceridad

No tengo miedo de enamorarme. No tengo miedo de volver a sufrir, de que todo vaya mal, de llorar, de querer gritar al mundo entero lo furiosa que me siento con el destino. No tengo miedo de encerrarme en mí misma durante quién sabe cuánto tiempo, de ver mi alrededor con lágrimas en mi alma y de no volver a ver el azul del cielo por un tiempo. Porque sé, y confío, en que todo ese dolor será pasajero: algún día, llegará alguien que me haga cambiar de opinión, que me enseñe que el mundo es perfecto porque está él, que me haga querer hacer locuras y que consiga que todas las noches me vaya a la cama pensando en él, y que por la mañana me levante con una sonrisa.Puedo tener miedo de mil cosas, de mil situaciones: de un adiós, de un nunca, del mismo miedo, pero nunca de enamorarme. Porque sé que es el mayor sentimiento que puede albergar una persona. Porque sé que puedo con todo si cuento con amor. Porque sé que el amor, por muy tonto, idealizado y estúpido que suene, mueve el mundo. Por ello, y por mil y una cosas más, no tengo miedo de enamorarme.

¿Tú lo tienes?


The greatest thing you'll ever learn it's just to love and be loved in return

martes, 1 de febrero de 2011

Mi regalo es mi canción... y ésta es para ti. Y podrás decirle a todo el mundo que es tu canción. Es un poco simple, ahora que ya está hecha. Espero, espero que no te importe, que lo escriba... Qué maravillosa es la vida, ahora que estás en el mundo.Me senté en el tejado, y arranqué el musgo. Algunos de estos versos me han costado; pero el Sol ha sido amable mientras escribía esta canción. Es por gente como tú que sigue funcionando. Por ello, perdóname por olvidarlo: son cosas que me pasan... ya ves, he olvidado si son verdes o azules. El caso es, lo que realmente quiero decir, es que tienes los ojos más dulces que jamás vi.

No me olvido. Tus ojos son marrones, y realmente los adoro. Recuerdo a la perfección cada sutil movimiento de tu rostro: cuando ríes, cuando te molestas, cuando te sorprendes por alguna tontería que haya dicho. Adoro ver cómo se iluminan, de alegría, de sorpresa, de ilusión. Adoro tu expresión tranquila, aún cuando sé que debajo de ella se esconde una mente mucho más loca que, en ocasiones, la mía propia. Esa contradicción que eres tú como persona, y en la que pareces no reparar, y que me saca de quicio. Adoro encontrarte cada día más guapo: porque eso significa que cada vez te voy queriendo un poco más. Me gusta esa preocupación velada, aunque preferiría que las dijeras en voz alta. Adoro tratarte como lo hago, aunque más me gustaría poder darte un abrazo cada vez que me saliera del corazón. Aunque claro, en ese caso, entonces no podría soltarte nunca.


And you can tell everybody this is your song... It may be quite simple, but now that is done... Hope you don't mind, I hope you don't mind, that I put down in words... How wonderfull life is now you're in the world.

lunes, 31 de enero de 2011

31

Hoy es un día especial. A pesar del cansancio, de saber que no se puede dar más de sí, de las controversias, de las dudas, de las preguntas. A pesar de todo ello, hoy es un día especial. Por dos veces me hiciste sonreír, sacudiste mi corazón y lograste que me estremeciera. Por dos veces, esa sonrisa estúpida teñida de alegría se dibujó en mis labios. Por dos veces, has vuelto a hacer que me fijase en ti.


Tonight will be the night that I will fall for you...
over again...

domingo, 30 de enero de 2011

Scusa ma...

Porque hay amores que matan. Amores que te dejan el alma y el cuerpo en un suspiro; amores que queman, amores que duelen, amores que te destrozan por completo. Amores que se llevan tu corazón, tus lágrimas y tu sonrisa, y te dejan vacía por dentro, cual nada.

Pero también hay amores que laten. Amores que te hacen subir al cielo, amores que te hacen palpitar hasta el extremo. Amores que te hacen creer que no todo es tan malo, que te hacen ilusionarte, deseos de volver a vivir. Amores con necesidad de unos labios, de una mirada, de un perfume, de una presencia. Amores, en ocasiones, con necesidad de un pensamiento. Amores que sanan esa alma destrozada y recomponen un corazón roto.

Ojalá el mío sea de esos últimos. Sólo el tiempo lo podrá decir, si es que el tiempo dice algo. Por el momento, sólo puedo decir scusa ma ti chiamo amore.


Quisiera me regalaras un sueño escondido o nunca entregado...
De esos que no sé abrir delante de mucha gente 

30.01

Por todas aquellas personas que valen algo en la vida... porque fueron, son, y serán lo más importante. 


P.D.: Gracias mundo, por dejarlas conmigo

sábado, 29 de enero de 2011

Gris

Hoy el cielo amaneció gris. Y yo amanecí gris con él, sombría, triste, mustia: como una planta cuando le hace falta agua. Pero veo, entre las nubes que se agolpan detrás de mi ventana, que nada es oscuro: la luz amenaza con entrar a raudales, con separar las nubes cual ovejillas sobre el cielo, y con iluminar no sólo la calle sino mi ventana.

Quizá la luz también esté luchando en mi interior, separando las nubecillas para hacerme sentir mejor. Y como el tiempo aquí siempre es soleado, sólo será cuestión de tiempo el que las nubes se alejen.

Been a long road to follow; been there and gone tomorrow, without saying goodbye to yesterday...
Maybe this time tomorrow, the rain will cease to follow and the mist will fade into one more today
Something, somewhere out here, keeps calling...

viernes, 28 de enero de 2011

Dawn


Porque necesito que la luna me acompañe siempre. Porque quiero que las estrellas iluminen mi cielo.Y, sobre todo,  por esa necesidad de abrir la ventana para ver cómo amanece.

jueves, 27 de enero de 2011

Al borde del camino

Fascinante hasta límites insospechados. Con apenas el vestigio de una sonrisa, ya me tenías en tus manos. Ahora soy yo la que persigue un abrazo, anhelando un sueño, un aroma, un color. El tuyo, justo el tuyo.

Cruzarme en tu camino fue el primer error que cometí. El segundo, levantar la mirada hacia ti. A partir de ahí, ya estaba perdida. El tercer error fue sonreír, el cuarto, abrir la boca. El quinto, permitirte entrar en mi vida; el sexto, dejar que te quedaras. El séptimo error fue bromear, el octavo fue compartir. Es irremediable: seguiría cometiendo esos errores aunque me llevasen al fin del mundo.

Cuando quise darme cuenta, ya estaba al borde del camino, colgando en tu nombre. 


Listen to my heart, can you hear it sings
Telling me to give you everything...

miércoles, 26 de enero de 2011

Esperanza

La esperanza suele ser lo último que se pierde. Yo prefiero guardarla como lo primero que me impulsa, lo que me permite avanzar, seguir, probar, alucinar, y descubir mil cosas más. Es la esperanza la que me mantiene en pie, la que me descansa, la que me hace soñar. Bueno, la esperanza, y tus ojos.
En él guardo una pequeña parte de mí. Se ha quedado con mis ilusiones, con mis anhelos, con mis deseos. Se ha quedado con todo lo bueno que tenía, y parece que ansía quedarse con más cada día. A cada día su sonrisa borra algo de mí, y su mirada logra hacerme olvidar. Las mil caras que muestra a lo largo del día, sus pequeñas manías. Descubro en él detalles que esperaba no encontrar, y me sorprendo y me reilusiono, me ahogo en un vórtice de sentimientos que me atrapa desde el interior, y gustosa cedo mi todo para dedicarme sólo a él. Quizá en esta ocasión, esté preparada, y quien quiera que se llame Destino, tenga algo de él para mí.

La esperanza me vuelve cuando le veo. Su voz, su mirada, su risa, su aroma. Siento que no todo está perdido, no si tú estás en el mundo.

I give my heart to you.
I give my heart, cause nothing can compare in this world to you

martes, 25 de enero de 2011

Necesidad de un día lluvioso

Hoy me he acordado de ti. Quizá porque soñase contigo los ínfimos instantes en los que cerré los ojos y pude entregarme a brazos de Morfeo, o quizá porque realmente no desaparezcas de mi mente ni un instante.

Hoy el día amaneció con lluvia. No fuerte, leve, suave, sutil, como a las que estamos acostumbrados, pero lo suficiente para dejar impregnado en el aire ese olor a humedad que me apasiona. Amaneció con lluvia, como aquella tarde. Tú y yo, viendo llover. Y después, toques de locura, necesitar salir, mojarnos, disfrutar un poco.

Ahora que lo pienso, creo que fue en ese preciso instante cuando me di cuenta. No mi conciencia, sino yo: mi cuerpo, mi alma, lo que soy, toda yo. En ese momento supe que eras tú.

Ahora, del sólo recuerdo, toda yo me estremezco.

lunes, 24 de enero de 2011

Cantando bajo la lluvia

Déjame soñar por un instante. Cierro los ojos, dejo que mi mente vuele, se pierda mi imaginación. Abro los oídos, cierro la mente. El alma es quien escucha, quien se percata de todo lo bueno que hay por saber, de todo lo necesario.

Existo en un mundo que podría mejorarse. Las injusticias vuelan y están a la orden del día, y parece que cada vez hay menos esperanzas de que la cosa vaya a mejor. Las caras largas y los lamentos se suceden minuto tras minuto, y nadie parece disfrutar de lo que realmente vale la pena. Parece que la tragedia y la actualidad viajan unidas, y que no hay lugar para la alegría en un mundo como el de hoy.

Permítanme. Estoy en desacuerdo. Sí, el mundo podría mejorarse, todo puede mejorarse. Pero es maravilloso, tal y como es, y me alegro de que así sea. Tiene sus cosas malas, indudablemente, pero también sus cosas buenas. Es el mundo en el que me ha tocado vivir, y realmente no desearía, por nada del mundo (valga la paradoja), vivir en otro.

Amo la vida. Amo la libertad. Amo los pequeños placeres, las grandes oportunidades. Amo una sonrisa, y una lágrima. Disfruto a cada segundo que puedo, lloro cuando debo, río el resto del tiempo. Me enfado, por supuesto, y me tranquilizo. Soy capaz de enternecerme con las cosas más maravillosas y de emocionarme con la más simple. Pienso que en todo hay un algo bueno, aunque a veces no sepamos sacarlo.

Y bueno, en pocas palabras, ésa es la finalidad, en principio, de este amigo mío, lleno de palabras que no se han escrito y de sueños que quedan por imaginar. Ilusiones, fantasías y optimismo, eso es lo que quiero. Porque a veces hace falta recordar cuánto hay de maravilloso en esta vida para poder seguir adelante, con las mismas ganas de siempre.

¿Cantando bajo la lluvia? ¿Habéis probado a hacerlo alguna vez? Jamás en la vida me sentí tan yo como cuando canté bajo la lluvia, una tarde hace años. Y si no fuese porque aquí donde vivo es muy complicado que llueva, no dudaría en hacerlo una y otra vez.





I'm laughing at clouds so dark up above... the sun's in my heart
And I'm ready for love